Descorchamos champanes como sinónimo de celebración,
mientras que las botellas rulan por las bocas amargas
de esa gente que cuenta sus males a sorbos.
Creemos que lo transparente es limpio
y a veces el brillo nos ciega.
Nos volvemos insensibles a los desamores.
Nos vemos turbios en los finales
echando de menos cualquier principio.
Estoy segura de ser infiel
pensándote cuando no debo.
Nos refugiamos en corazas de papel
permeables a cualquier palabra.
Y nos asusta pensar que lo sabes.
Y puede que me la jugase demasiado a ser capaz.
La suerte en grandes dimensiones acaba explotando en la cara
La suerte en grandes dimensiones acaba explotando en la cara
y yo nunca aprendo la lección.
Disparamos el último cartucho.
Y volvimos a beber.
Y volvimos a beber.
No hay comentarios:
Publicar un comentario